Lejos, muy lejos parecen aquellos partidos en los que Greivis Vásquez lograba un doble-doble casi sin despeinarse. Aquellos en los que era amo y señor del balón y cada decisión que se tomaba dentro de la cancha de los New Orleans Hornets pasaba por sus manos. Aquella temporada en la que incluso recibió votos para ir al All-Star Game y en la que algunos periodistas de Estados Unidos lo catalogaron como el jugador más infravalorado en la NBA. Actualmente, Vásquez se encuentra sin contrato debido a múltiples lesiones en sus tobillos, pero eso, aunque parezca extraño, no es lo peor de todo.
Greivis fue elegido por los Memphis Grizlies en el puesto nº 28 de la primera ronda del Draft de 2010. Un joven base, alto, algo lento, poco atlético pero con muy buen manejo de balón y visión de juego se convirtió en el tercer venezolano en llegar a la NBA en toda la historia. Su llegada no fue una casualidad, ni mucho menos, luego de romper records en la universidad de Maryland su arribo a la mejor liga de baloncesto en el mundo era inevitable, la verdadera incógnita era el tipo de oportunidad que recibiría.
Durante su primera temporada (2010-2011) el caraqueño recibió pocas oportunidades de calidad. A pesar de jugar a menudo, los minutos que disputaba pocas veces eran relevantes en el rumbo del partido. Ese año los Grizzlies llegaron a playoffs jugando un buen baloncesto, e incluso Vásquez tuvo oportunidad de hacer un par de buenas jugadas durante la post-temporada. Nada más que eso.
En la siguiente temporada Greivis llegó al equipo que le brindaría la oportunidad que tanto necesitaba. El 24 de diciembre de 2011 el venezolano fue cambiado a los New Orleans Hornets a cambio de Quincy Pondexter, el cambio que abrió las puertas a lo mejor de su carrera. Durante esa temporada promedió 8.9PPP y 5.4APP, e incluso llegó a titularizar en 26 ocasiones, dando muestras de lo que era capaz el criollo.
Para continuar su buen camino, y además demostrar la gran condición física en la que se encontraba, Vásquez guió a la selección de Venezuela a ganar Plata en el Campeonato Sudamericano de Baloncesto del 2012, y clasificó a la "Vinotinto" al FIBA Américas 2013.
Y es aquí cuando llegamos al punto de explosión, la temporada 2012-2013. GV21 se hizo con el puesto de titular en los Hornets, y acompañado de Ryan Anderson y un novato Anthony Davis nos daría unas cuantas noches de espectáculo. Su gran rendimiento lo llevó a conseguir actuaciones de triple-doble, votos para el All-Star de ese año, ser líder de asistencias totales en la NBA y por si fuera poco, llegar segundo en la carrera por el premio al jugador de más progreso con unos números totales de 13.9PPP y 9.0APP. Como dirían por ahí: "En su salsa".
Luego de tener el mejor año de su carrera, en la temporada 2013-2014 el criollo experimentó algunos altos y bajos. Primero fue cambiado a los Kings, en donde nunca encontró su ritmo y eventualmente perdió la titularidad ante el actual All-Star Isaiah Thomas. Poco tiempo después volvió a ser traspasado, esta vez a los Toronto Raptors, en donde si encontraría su juego viniendo desde la banca en un equipo completamente competitivo en post-temporada.
El caraqueño pasó dos temporadas en Toronto, y aunque sus números no eran ni cercanamente parecidos a los mejores de su carrera, parecía estar disfrutando de sus mejores años en la liga, muy a gusto con su puesto en la rotación y compitiendo en un equipo ganador noche tras noche. Para completar, en medio de esos dos años, el Venezolano consiguió el MVP del Campeonato Sudamericano de Baloncesto 2014 y se coronó campeón con Venezuela.
Todo parecía color de rosas, jugando buen baloncesto, compitiendo en la NBA y ganando títulos con su selección Nacional, el tope de su carrera quizás, que lamentablemente, no duraría mucho. En la temporada 2015-2016 Vásquez abandonó Toronto y firmó con los Milwaukee Bucks, un equipo joven, talentoso y prometedor, con el que lamentablemente jugó tan solo 23 partidos por una lesión de tobillo que lo tuvo fuera la mayor parte de la temporada.
Durante ese tiempo también comenzó la fricción con algunos directivos de la selección de Venezuela, eso y sus problemas de lesiones y permisos de su equipo en la NBA hicieron que se perdiera el FIBA Américas 2015 (en el que la Vinotinto se coronó campeón) y recibir duras, muy duras críticas por parte de todo el país. Esa es una herida que para los venezolanos, y quizás para Greivis, aún no ha sanado.
El NBA no ha vuelto a jugar con la selección Nacional, no por falta de interés, si no por distintas circunstancias que se escapan de sus manos (más que todo lesiones), y pareciera que este hecho borró todas las hazañas y esfuerzo que puso durante años en la cancha. De un ídolo, pasó a ser un villano para muchos fanáticos de baloncesto en Venezuela, hasta llegar al punto de considerarlo incapaz de volver a jugar en la NBA.
¿Es justo que por unas diferencias se catalogue de villano a quien fue un ídolo desde el comienzo? ¿Es justo desacreditar el esfuerzo y trabajo de un jugador por algunas malas decisiones? ¿Es justo olvidar tan rápido esas actuaciones que dieron tanto orgullo a un país? A mi parecer, no.
Durante esta temporada (2016-2017) Greivis firmó un contrato con los Brooklyn Nets en la que solo jugó tres partidos y tras recaer de su lesión de tobillo fue cortado. Luego de ser operado, el caraqueño está llevando a cabo su plan de rehabilitación y planea volver a intentarlo en la NBA, el tiempo dirá si puede lograrlo, pero algo es seguro, Greivis Vásquez merece un lugar mucho más alto en la historia del baloncesto venezolano, quizás ahí, justo al lado de Carl Herrera.
Excelente reseña historica de un jugador hasta ahora único en el baloncesto venezolano.
ResponderEliminarDios lo ayude a recuperarse y pueda volver a la NBA y también a la selección ya que nos brindó satisfacciones en momentos donde no creiamos en la selección. Suerte y gracias por este blog.