Lejos, muy lejos parecen aquellos partidos en los que Greivis Vásquez lograba un doble-doble casi sin despeinarse. Aquellos en los que era amo y señor del balón y cada decisión que se tomaba dentro de la cancha de los New Orleans Hornets pasaba por sus manos. Aquella temporada en la que incluso recibió votos para ir al All-Star Game y en la que algunos periodistas de Estados Unidos lo catalogaron como el jugador más infravalorado en la NBA. Actualmente, Vásquez se encuentra sin contrato debido a múltiples lesiones en sus tobillos, pero eso, aunque parezca extraño, no es lo peor de todo.
Greivis fue elegido por los Memphis Grizlies en el puesto nº 28 de la primera ronda del Draft de 2010. Un joven base, alto, algo lento, poco atlético pero con muy buen manejo de balón y visión de juego se convirtió en el tercer venezolano en llegar a la NBA en toda la historia. Su llegada no fue una casualidad, ni mucho menos, luego de romper records en la universidad de Maryland su arribo a la mejor liga de baloncesto en el mundo era inevitable, la verdadera incógnita era el tipo de oportunidad que recibiría.